Se han contado los relatos de los reyes, de los nobles, de las batallas y de los grandes guerreros, pero quienes repoblaron la tierra yerma fueron hombres y mujeres que, con una mano en la estiba del arado y con la otra en una lanza, arriesgaron sus vidas por repoblar las tierras perdidas. Entonces, cuando una peligrosa tropa acechaba -y junto a ella la muerte- ellos dibujaron las fronteras que hoy heredamos.
En esta novela, Antonio Pérez Henares nos traslada, gracias a una prosa evocadora y a un exhaustivo rigor histórico a galope entre el siglo XII y el XIII, a las fronteras de la extremadura castellana por las sierras, las alcarrias, el Tajo y el Guadiana.
A través de sus personajes -cristianos y musulmanes, campesinos y pastores, señores y caballeros-, nos muestra la historia de los que sembraban y segaban, de los que levantaron las ermitas e hicieron brotar pasiones, amistades, rencores, pueblos y vivencias. Aquellos que dieron humanidad a la tierra y se convirtieron en la semilla de nuestra nación.