En este primer volumen de la trilogía Señores de las Dos Tierras nos encontramos en pleno segundo milenio antes de Cristo. Tras siglos de gloria, Egipto se halla sometido al yugo de los hicsos —a quienes los egipcios denominaban setiu—, un pueblo bárbaro llegado del norte para imponerse sobre la corrupta XII din astía faraónica. Sin embargo, Apepa, el temido rey de los setiu, no puede disfrutar con plenitud de su poder porque al sur, en una pobre y lejana provincia a orillas del Río de la Vida, se encuentra Seqenenra Tao, Príncipe de Weset, descendiente del último faraón, encarnación de Horus e Hijo del Sol. Recluido en sus remotos dominios, Seqenenra es en apariencia un súbdito fiel, pero ante los ojos del monarca invasor es un desafío a su omnipotente autoridad soberana. Así pues, cuando el rey de los setiu lo sometea una serie de humillaciones indignas del sucesor del gran Sesostris, conquistador del Nilo, Seqenenra decide poner fin al vasallaje de los suyos, a sabiendas de que el precio a pagar será desmesurado.
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