Los clamores de la tierra es la crónica histórica y literaria de los primeros años del trepidante reinado de Ramiro I (843-850), monarca constructor y vara de la justicia. Es una novela ambiciosa, de amor y muerte, de intrigas y traiciones, de hogueras en honor de la madre luna y de hogueras encendidas para castigar a los disidentes pobladores indígenas. Son los años oscuros de consolidación de una dinastía real que perdurará en España hasta nuestros días.
Siguiendo el destino de un joven escudero del conde Nepociano y de personajes de todos los ámbitos sociales (reyes y peregrinos, monjes, príncipes del monte), el relato nos traslada a una época remota de nuestra historia. Un anciano rey, acosado por los supervivientes del viejo orden social, por las invasiones sanguinarios de los normandos y la constante amenaza de los musulmanes, intenta consolidar el proceso de feudalización iniciado en el reino visigodo de Toledo y acabar definitiva e implacablemente con los últimos astures de las montañas.
Éstos son los clamores de una tierra que se quedó desnuda y herida, goteando noche, buscando un sitio en el aguacero del monte para acomodar el lloro de la luna. Y esta novela es, sobre todo, la confirmación del gran escritor que todos descubrimos en Letanías de lluvia.