Un viaje extraordinario y épico por tres generaciones de una estirpe de obreros sin vértigo que construyeron auténticas catedrales de acero.
Nueva York, 11 de septiembre de 2001. John LaLiberté, un indio mohawk y trabajador del acero como sus antepasados, acaba de presenciar el derrumbe de las Torres Gemelas y, soplete en mano, penetra como voluntario en ese infierno de la Zona Cero cortando las vigas en búsqueda de supervivientes. La historia de su familia está ligada a la silueta urbana de Nueva York. Su propio padre participó en la construcción de esas mismas Torres.
Nueva York, 1968. Jack LaLiberté participa en la construcción de las llamadas Torres Gemelas. Esta obra colosal ha creado una gran expectación y se convertirá en los rascacielos más altos del mundo hasta entonces. Durante unos días lo acompaña por la ciudad su hijo John, quien años más tarde seguirá los pasos de su padre como ironworker igual que Jack siguió los del suyo y abandonó la reserva para aprender el oficio que ha unido las últimas generaciones de indios mohawks.
Kahnawake (Canadá), 1886. Un grupo de adolescentes de la tribu de los mohawks, entre ellos Manish, aprende el oficio de montadores y remachadores de estructuras metálicas. Los aprendices se inician en una obra ferroviaria que pretende unir Canadá y Estados Unidos mediante un puente sobre el río San Lorenzo. Pronto comienza a correr la leyenda de que los hombres de esa tribu no conocen el vértigo y que por eso son capaces de trabajar donde otros no se atreverían ni a subirse. Manish LaLiberté encabeza una saga de trabajadores del acero que transformará el corazón de Nueva York: desde las primeras construcciones del siglo XX hasta las Torres Gemelas y la posterior construcción de la Torre de la Libertad.
Tres generaciones de una familia de indios mohawks han levantado la silueta urbana de Nueva York a lo largo del siglo XX.
En esta apasionante novela se descubre la historia de esta estirpe de trabajadores del acero que trepó a las alturas para construir los rascacielos más emblemáticos de la ciudad. Padres e hijos, y antes los abuelos de esta singular tribu americana, han caminado por donde nadie antes lo había hecho: por el cielo, junto a las águilas.