Susan Vreeland recrea la vida de un extraordinario personaje: Artemisia Gentileschi, una de las pocas mujeres pintoras del Renacimiento que lograron el reconocimiento público. En un taller del barrio de los artistas, la joven Artemisia lucha por imponer su talento artístico en un mundo exclusivamente masculino. Su más temible adversario no es otro que su padre, el célebre pintor Orazio Gentileschi, empeñado en ocultar el genio de su hija. Tras sufrir abusos y humillaciones, su padre decide entregarla en matrimonio para que pueda instalarse en Florencia. Las barreras sociales parecían insuperables, pero Artemisia contaba con su personalidad y su pasión por el arte.