Ha transcurrido medio siglo desde la fundación de la Orden del Temple, y Jerusalén continúa en manos de los cruzados, pero el ansia de poder ha reemplazado los nobles ideales de antaño, y la propia Orden acumula ya tentadoras riquezas. En 1152 el conde Raimundo de Trípoli es brutalmente asesinado. ¿Quién ha provocado su muerte? ¿Acaso la temida secta de los hassassins? ¿O quizás un templario renegado y expulsado de la Orden por brujo y hereje? La ivestigación de esa muerte dejará un reguero de sangre a su paso y llegará hasta la propia Inglaterra, donde el rey Esteban mantiene una cruenta guerra contra el hijo de su prima Matilde, el futuro Enrique II.