El poeta Ángel González dejó una de las obras líricas más relevantes en lengua española, pero también fue testigo privilegiado de uno de los períodos más convulsos en la historia reciente de España: la Guerra Civil. Luis García Montero construye el retrato del poeta y recorre los primeros años de su vida para rescatar la mirada de un niño que tuvo que crecer sin la figura de su padre, pero con toda la fuerza de una familia y una geografía que se resistían con uñas y dientes a dejarse vencer. «Apasionante relato de la infancia y juventud del poeta Ángel González y de su entorno vital, del despertar de su vocación poética y su conciencia cívica en tiempos adversos. Un libro escrito con voluntad de testimonio y de homenaje, y con el rigor y la tensión narrativa de las buenas novelas
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