En 1453, el emperador otomano Mehmed II, al término de un largo enfrentamiento contra Bizancio y sus aliados venecianos, pone sitio a Constantinopla. Otomanos y bizantinos, jenízaros y voluntarios genoveses combaten en las murallas con saña y fiereza hasta que la ciudad termina ahogada en un dantesco baño de sangre: las casas son saqueadas, los hombres degollados y las mujeres y jóvenes condenados a todo tipo de vejaciones. En septiembre de 1980, un escritor turco intenta recrear aquel complejo periodo histórico. Obsesionado con encontrar el tono narrativo para escribir La novela del conquistador, no se percata de lo que acontece en una convulsa Turquía de asonadas militares hasta que irrumpe en su vida la joven Deniz, que le arrastrará a un delirio vital que se irá pareciendo al de su propia obra. Gürsel consigue en esta narración evocadora la más bella inmersión en la Turquía de ayer y de hoy, en la actual Estambul, en la vieja Constantinopla, donde se han encontrado y desencontrado durante siglos Asia y Europa, Oriente y Occidente, musulmanes, judíos y cristianos.
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