«Pasado que no ha sido amansado con palabras no es memoria, es acechanza.» Lorenza y Mateo llegan a Buenos Aires en busca de Ramón, el antiguo amante de Lorenza y padre de Mateo, de quien ella se enamoró durante la «guerra sucia» argentina, cuando los dos eran apasionados militantes que se oponían a la dictadura de Videla. Lorenza, que llegó a la edad adulta en medio del torbellino político de los sesenta, reflexiona sobre sus antiguas convicciones ideológicas y emocionales; su hijo, un chico de los noventa a quien no le interesan en absoluto la política ni la ideología, busca a su padre real, el de carne y hueso. Demasiados héroes narra la distancia entre una madre y un hijo. Una pareja curiosa y volátil, cuyas batallas a veces hilarantes están acentuadas por la absoluta falta de comprensión mutua, y amenazan con pasar de la cercanía inevitable y el humor inesperado al caos destructor.
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