Tercera entrega de la trilogía templaria. Simón Draco recibe el encargo de recoger dos piedras negras que forman parte de un antiguo legado templario, pero descubrirá una trama que llega a involucrar a criminales de guerra nazis, mafiosos sicilianos y monjes ortodoxos.
Año 1943. Los nazis están perdiendo la segunda guerra mundial. Un arqueólogo alemán encuentra en Venecia la pista del Arca de la Alianza que los templarios ocultaron en un cementerio de Túnez en 1308. En la antig&@252;edad, el Arca de la Alianza se reveló como una formidable arma de guerra que otorgó a los judíos la posesió n de la Tierra Prometida. La noticia del hallazgo conmociona a Hitler y a los jerarcas nazis, que ven una posibilidad de inclinar la balanza de la guerra a su favor. Así nace la operación Trompetas de Jericó, en memoria de la ciudad destruida por el conjuro del Arca. Himmler comprende que sólo un cabalista puede tener el conocimiento necesario para hacer funcionar el Arca y encarga a Otto Von Kessler, un héroe de guerra nazi al que las multinacionales han retirado del frente, que lo encuentre. Von Kessler localiza a un famoso cabalista judío en el campo de concentración de Auschwitz y le ofrece la vida de su familia a cambio de que ponga el poder del Arca al servicio de Alemania. El judío acepta. Integrado en una comisión alemana recorre la España deprimida de los años de hambre para recuperar el nombre secreto de Dios necesario para sus operaciones cabalísticas. Mientras tanto Churchill y la Casa Blanca, conocedores del proyecto alemán, encargan desbaratarlo a sus respectivos servicios secretos. También intervienen los que se consideran los legítimos herederos del Arca: el Vaticano y los propios templarios que salen a la luz después de siglos de silencio para reivindicar su patrimonio más sagrado. Pero la fuerza del Arca, nuevamente despierta después de milenios, parece determinar su propio destino al margen de los designios de los hombres.
En 1307 los sarracenos han expulsado a los cruzados de Tierra Santa y el rey Felipe el Hermoso, que codicia las riquezas de la Orden del Temple, presiona al débil Papa para que la disuelva. Los templarios se sienten amenazados y conciben el proyecto de recuperar Jerusalén por medio del Arca de la Alianza, el extraño objeto que el propio Dios inspiró a Moisés y cuyos poderes permitieron una vez a los hebreos demoler las murallas de Jericó y conquistar la Tierra Prometida.
Entre los numerosos fragmentos de manuscritos localizados en las ruinas de Qumrán, a orillas del mar Muerto, uno llama la atención de los jesuitas Gabriel Santamaría y Guillermo Ledesma, que inician una investigación que les podría llevar al hallazgo de un texto escrito por el propio Jesús de Nazaret. El Escrito de Dios es una novela redactada con el mismo rigor histórico que la primera del autor, Lucius Cassius, el médico esclavo. En esta nueva historia el lector se traslada a los tiempos de Jesús en la provincia de Judea, se pasea por las ciudades de Bolonia y Aviñón en el convulso siglo XIV y llega hasta nuestra época. ¿Sabía escribir Jesús? Y, si así era, ¿pudo dejar algún escrito de su propia mano? ¿Hasta dónde llega la influencia de los esenios en el cristianismo primitivo? ¿Puede la razón supeditarse a la fe? Estos y otros muchos interrogantes aparecerán durante la lectura y, como para todos los grandes misterios, el lector deberá decidir con qué respuesta se queda.