La ciudad de Lübeck y su propia familia sirvieron de inspiración a Thomas Mann para escribir esta extraordinaria saga familiar que abarca cuatro generaciones y un espacio temporal entre 1835 y 1877. En ella no sólo traza un gigantesco fresco de una época y una sociedad, sino también hondo retrato de la naturaleza humana: ganadores y perdedores, valientes y cobardes, afortunados y miserables, ricos y pobres.