La fascinante inmensidad del desierto y la extraordinaria vida de los tuareg en agudo contraste con la incipiente colonización europea, portadora de los grandes inventos del siglo XIX. Éste es el escenario que ha elegido David Ball para crear una gran novela épica que resultará de enorme atractivo tanto para los amantes del género de aventuras y viajes como para aquellos lectores que disfrutan de una narrativa apasionante y rica en referentes históricos. La acción comienza en París, en pleno fragor de la guerra franco-prusiana, y muy pronto se traslada al desierto del Sáhara. Dos primos, que en su infancia eran inseparables, se convierten por las circunstancias políticas en amargos rivales. Moussa es hijo del conde Henri deVries, un noble aventurero francés, y de Serena, descendiente de una dinastía tuareg a quien Henri conoció en un viaje en globo por el desierto. El matrimonio, considerado un escándalo por la nobleza francesa, ha infundido en Moussa un sentimiento de marginación que le acompañará el resto de su vida. Paul, en cambio, es hijo de Jules, hermano de Henri, y de la fría y ambiciosa aristócrata Elizabeth, y no sufre los prejuicios que afectan a Moussa. Cuando Francia decide emprender la construcción de un ferrocarril que atraviese el Sáhara hacia el interior de África, el enfrentamiento de los primos se hace realidad.