El Imperio romano castigó la rebelión del pueblo judío con la destrucción del Templo de Jerusalén. En el botín figuraba la menorá, un enorme candelabro de siete brazos de oro macizo al que se atribuía un alto valor, símbolo más antiguo del judaísmo…
Jonathan Marcus, abogado de compradores de antigüedades poco lícitos, ha de regresar a Roma, donde descubrió su pasión por la arqueología años atrás, para resolver el caso de la desaparición de una importante reliquia que lleva escondida 2.000 años. Sus investigaciones lo llevan del laberíntico subsuelo del Coliseo romano a los túneles de Jerusalén, que se remontan a tiempos bíblicos. En su búsqueda se encuentra frente a frente con Emili Travia, antigua compañera y conservadora de las Naciones Unidas, y juntos se darán cuenta de que no son los únicos que persiguen la reliquia…
Bajo Roma y Jerusalén duermen innumerables yacimientos, auténticas ciudades subterráneas que permanecen ocultas. Con La última ascua volveremos a descubrir el Coliseo, las ruinas del Foro y la misma Roma con una mirada tremendamente sugerente y original. Daniel Levin nos transmite una pasión viva y actual por la antigüedad clásica. La trama, bien documentada pero sin olvidar que debe cautivarnos, se mueve entre la novela histórica y la detectivesca. Un mestizaje sumamente seductor.