Iracundos, desencantados, cautivos y aventureros españoles durante la conquista y colonización de América decidieron un buen día quitarse el jubón, la capa de grana, el yelmo y la celada para vestirse sólo con el taparrabo de los indios para vivir como ellos y con ellos.
La mayoría de estos singulares personajes acabaron convertidos en caciques, capitanes de guerra o hechiceros, realizaron su sueño machista de tener infinidad de esposas y mancebas, hijos y entenados y se dedicaron a gozar del “ocio y el vicio” que ofrecían las comunidades indígenas.
Hubo varios que combatieron ferozmente a sus paisanos al frente de los guerreros aborígenes, otros que huyeron a tierras de los indios por el amor de una doncella de piel oscura y no faltó un andaluz que consiguió hacerse coronar Inca, heredero de los antiguos soberanos de Perú, reconocido como tal no sólo por los naturales, sino también por el Imperio español.
Estas y muchas insólitas historias más, fielmente registradas en las crónicas y documentos de la época, se narran en esta obra en la que la realidad supera con creces a la ficción.
Indios carapálidas se lee de un tirón, como una sabrosa novela, pero de aventuras y hechos que ocurrieron efectivamente en la portentosa América de los siglo XVI y XVII.
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