La lucha encarnizada por el poder, la decadente perversión de la familia real y la cruel indiferencia de ésta ante los padecimientos del infortunado pueblo, hacen de la XVIII Dinastía uno de los periodos más relevantes del antiguo Egipto. Akhenatón I fue el primer monarca que proclamó su deidad e implantó el monoteísmo. Fig ura enigmática, rayana entre la genial inspiración que conmovió los cimientos de una cultura milenaria y la soberbia que puso en peligro su supervivencia, Akhenatón es el eje en torno del cual giran algunos de los personajes más fascinantes de la historia egipcia. Su esposa, la legendaria Nefertiti, su madre, la astuta emperatriz Tiy, el impetuoso general Horemheb, comandante de todos los ejércitos, tejen sus intrigas en una corte entregada a los placeres más lujuriosos e ignorante de su propia perdición. Enmarcada en el fastuoso palacio de los Reyes y Dioses, la históricamente rigurosa narración de Pauline Gedge autora de La dama del Nilo, El papiro de Saqqara y La casa de los sueños está impregnada del sentimiento romántico que inevitablemente produce la decadencia de una familia y de una época, frente a la estoica resistencia de un pueblo noble
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