Dionisio el Viejo, allegado del emperador Constantino, ha sido testigo «del mayor cambio que haya conocido el Imperio de la humanidad desde el nacimiento de Cristo». De su mano asistimos al esplendor del hombre que quiso agrupar a todo el Imperio en torno a un solo soberano y un único Dios, construyó iglesias y basílicas en todas las ciudades y fundó la Nova Roma, Constantinópolis, que vendrá a sustituir a la vieja capital pagana. Max Gallo nos acerca a la enigmática y poderosa figura de Constantino el Grande, hábil y cruel, fiel a los cultos paganos y protector de los cristianos, capaz de asesinar a su hijo y a su esposa y a la vez presentarse ante la Iglesia como su máximo valedor.