Durante un brumoso amanecer de 1917, en las calles del Madrid tomado por la huelga general, emergerá la figura del joven Andrés Carranque de Ríos. En una España convulsa y hambrienta, semillero de luchas políticas y barrunto de futuros choques sociales que desembocarán en la desgarradora y cruenta guerra civil, Andrés —anarquista, vagabundo e idealista— querrá escapar a un destino de marginación y miseria. Ello le conducirá a una lucha sin retorno por lograr sus ideales. Participará en las revueltas callejeras y conocerá la vida carcelaria, recorrerá el mundo, vivirá una historia de amor imposible y desempeñará los oficios más diversos antes de convertirse en uno de los escritores sociales más importantes de su momento y morir en trágicas circunstancias en plena juventud.
Ateniendose a los hechos historicos, Angeles de Irisarri recrea con fidelidad la compleja atmosfera social, politica y economica de finales del siglo XIX, consiguiendo una novela en la mejor tradicion de la narrativa contemporanea, lease Balzac, Galdos o Leopoldo Alas Clarin.
A la Barcelona bulliciosa de 1915, llega huyendo de la guerra Claudine, vedette de un celebrado cabaret de Pigalle, para intentar abrirse camino como artista. Sin embargo, a las pocas horas de alojarse en el hotel Oriente se verá envuelta en una extraña muerte, en la sala de fiestas más elegante, El Excelsior, que pondrá en peligro su vida. La novela nos sumerge en una ciudad de contrastes, verdadera meca de los placeres asentada sobre un barril de pólvora, en la que Claudine buscará sobrevivir como persona y como actriz, mientras vemos desfilar a una colección de personajes sorprendentes que nos remiten a una metrópoli fascinante que, durante tres años y por circunstancias inesperadas, se convirtió en la capital de Europa. El autor consigue con su relato trepidante situarnos en el corazón de aquella Barcelona desconcertante y acompañar a la protagonista en su búsqueda del éxito en los escenarios, en medio de un enigmático complot para acabar con su vida.
Finales del siglo XIX. Barcelona será el escenario clave del despertar artístico de Pablo Ruiz Picasso. A través de los ojos del genial pintor, conoceremos los ambientes más sórdidos y decadentes del barrio chino barcelonés. En una de sus incursiones por los bajos fondos una prostituta le entrega un enigmático pañuelo bordado con los nombres de grandes artistas del momento y de épocas pasadas. El misterioso pañuelo, eslabón de una cadena de amor y desamor, involucrará a sus protagonistas hasta sus últimas consecuencias y será clave para entender el desarrollo artístico del pintor.