nvierno de 1284. Los habitantes de Draguan, una pequeña población del condado de Toulouse, viven aterrorizados desde que el río arrastró hasta ellos unos cuerpos descuartizados. El obispo Haquin envía a unos hombres aguas arriba para investigar el crimen y estosvuelven con una extraña noticia: en mitad de unos nauseabundos pantanos han descubierto un pueblo en ruinas, Harteloup. Nadie sabe qué les ocurrió a sus habitantes. El descubrimiento despierta el interés de Roma hasta que un nuevo asesinato, esta vez sacrílego, reclama su atención: ahora es el obispo Haquin el que aparece muerto en extrañas circunstancias. Dos investigaciones han quedado abiertas: la del monje Chuquet, a la caza del asesino del obispo, y la del cura Henno Gui, sobre las circunstancias que convirtieron Harteloup en un pueblo maldito. Ambas son dos cabos de un mismo ovillo que acabarán desvelando una serie de tenebrosas maquinaciones en el seno de las altas esferas eclesiales. «Este thriller medieval inevitablemente sugiere comparaciones con El nombre de la rosa, pero mientras Eco disfruta despistando al lector, Sardou va directo al corazón.» Le Parisien
Carcasona, 1357. En los tiempos del papa Inocencio VI, en el sur de Francia, reina la peste y la inquisición. La abadesa Marie Françoise va a ser juzgada bajo los cargos de herejía y brujería por haber realizado sanaciones mágicas y haber atentado contra el Papa. Para unos santa y para otras bruja. El monje escriba M ichel es el encargado de obtener su confesión antes de que sea condenada a la hoguera. Sin embargo, a medida que la abadesa avanza en su relato, Michel se va sumergiendo en un mundo mágico donde se enfrenta al bien y al mal, y en su corazón irá crecendo la imagen de una mujer santa, valiente y noble.