El joven Leandro Honrubia Xicotepec es el hijo bastardo de un rico hacendado español y una indica mexicana. En el lecho de muerte, su padre da cumplimiento al mayor anhelo de Leandro: viajar desde México a la metrópoli para aprender pintura, su gran pasión, al lado del maestro Francisco de Goya. Pero al llegar a España, en 1808, nada será como había soñado. Conoce a lo más florido de la sociedad madrileña, entre ellos a Antonio Alcalá-Galiano y a José María Torrijos, con los que se correrá sus últimas juergas de juventud. Pero también se tropieza con el amor, la traición, los duelos y la muerte.
Cuando el rey José Bonaparte decide derribar la iglesia en la que están entrerrados los restos del pintor Diego Velázquez. Leandro intenta rescatarlos, pero se ve obligado a matar a un soldado francés y debe escapar. Su huida, con el cráneo de Velázquez bajo el brazo, lo lleva a Navarra, donde se incorpora a la guerrilla de Xavier Mina.
El final de la guerra no le traerá la paz, debe exiliarse en Londres y después regresa a México, donde participa en el movimiento independentista. Muchos años después, ya anciano, intentará devolver el cráneo a España, pero para ello impone una sorprendente condición.
En las Memorias del guerrillero con dos cabezas, Francisco Galván nos ofrece un vigoroso y apasionante relato que abarca diez años trascendentales de la historia de España, desde la Guerra de la Independencia hasta los movimientos insurgentes que dieron origen a la emancipación mexicana; y nos muestra unos personajes que fueron claves en ambos acontecimientos, como el guerrillero navarro Xavier Mina, considerado hoy un héroe tanto en España como en México.