Perú fue, desde su conquista, escenario de crueles guerras civiles entre españoles. La tierra lo da decía una frase que corría por las Indias. El primer virrey de Perú acabó decapitado. Había traido de España las Nuevas Ordenanzas dirigidas contra la esclavitud de los indios, que chocaron frontalmente con los intereses de los viejos conquistadores a los que pretendía gobernar.Esta magnífica novela, ahondando en la sicología de los personajes y en la filosofía del poder, nos narra por medio de un observador escribiente la más importante de las rebeliones habidas en el Nuevo Mundo, un hecho histórico poco conocido encabezado por Gonzalo Pizarro, último representante de una estirpe de conquistadores y líder carismático entre los duros peruleros.El poderoso Carlos V, con un océano por medio, no envió uno de sus temibles ejércitos para sofocar la insurreción, mandó a un hábil sacerdote, Pedro de la Gasca, sin más armas que su breviario y varias cédulas reales con la firma Yo, el Rey
Una apasionante y sensual novela histórica sobre los conquistadores del Nuevo Mundo. Ambientada en la primera mitad del siglo XVI, bajo el reinado de Carlos V, narra las aventuras y desventuras del conquistador extremeño Hernando Méndez de Soto en la voz del propio protagonista, que, en su lecho de muerte, evoca toda su vid a, desde sus andanzas, éxitos y fracasos en el Nuevo Mundo junto a personajes de la talla de Pizarro y Núñez de Balboa, hasta sus diversos amoríos con mujeres españolas e indígenas.
Alvaro Vargas Llosa relata los apasionantes avatares de Pizarro y sus hombres en el Peru a traves de la biografia de Francisca, la hija mestiza del conquistador y una princesa inca. Esta mujer, con la que se caso su tio Hernando, y para intentar quedarse con la herencia de Pizarro acabaria sus dias rodeada de riquezas y hon ores en España.
Hernando de Soto, uno de los grandes conquistadores del continente americano. Descubridor oficial del río Misisipi y conquistador del Perú, bajo las órdenes de Francisco Pizarro, De Soto fue uno de los grandes protagonistas de la época de las exploraciones españolas. El dominio sobre el imperio Inca le hizo un personaje famoso en su tiempo, además de su amistad con otros personajes legendarios como Gonzalo Fernández de Oviedo, Sebastián de Benalcázar, fundador de Quito y conquistador de Ecuador y Colombia, o el mismísmo Atahualpa, rey de los incas.
Diego Bracco aprovecha sus profusos conocimientos sobre los indígenas del Río de la Plata y su talento como narrador para hacernos llegar esta historia, basada en hechos rigurosos tejidos con historias noveladas. Destaca no sólo la historia de esta mujer de leyenda, sino la sabia construcción de personajes secundarios ficticios o de historias exclusivamente literarias por parte del autor: los personajes Juana, Justa y Josefina, que huyen de un pasado que es, en sí, un apasionante relato, o la relación amorosa entre María y Hans Staden sumarán una tremenda carga afectiva al frío dato que nos ha llegado de esta heroína del S. XVI.