Dresde es una joven celta que proviene de una familia de nobles del norte de Europa. Al resguardo del mundo, los sacerdotes druidas la educaron en el respeto por la naturaleza y en la veneración de las plantas sagradas medicinales. Sin embargo sus ansias por saber la llevan a lugares prohibidos del templo, sitios donde reina la oscuridad del alma humana, donde el gran poder de un solo hombre lo hace intérprete exclusivo del bien y del mal. Para sobrevivir, una nueva intolerancia la recibe, ésta vez en la católica Sevilla. Toda mujer ha de contraer matrimonio, ha de ser acallada y adaptada al molde dominante. Dresde no olvida sus lugar de origen, sus colinas, lagos, cielos estrellados, bosques y sus ritos sagrados. Para vivir libremente, sin leyes, sin miedo, ¿cuál es el precio que ha de pagar? ¿Podrá redimirse? La autora consigue situarnos con precisión en un momento del tiempo pasado, haciendo gala de sus conocimientos históricos y rematando con un sorprendente final que enlaza culturas, como un eslabón perdido.
Deja una respuesta