Al igual que ya hiciera en Abderramán III, Magdalena Lasala vuelve a trazar un espléndido fresco de la época andalusí al tiempo que ahonda, con un impresionante pulso dramático, en la compleja y contradictoria personalidad del legendario personaje. Almanzor (Torrox, 940- Medinaceli, 1002), el implacable guerrero cuya sola m ención cubría de pavor los corazones cristianos, se nos revela en esta obra como un hombre fundamentalmente ambicioso, que no dudó en sacrificarlo todo para alcanzar el gran objetivo de su existencia: ser el más poderoso en al-Andalus e imponer su dinastía en el trono de Córdoba.
Deja una respuesta